El mar, la pesca, el frio, la humedad… y la tradición de las islas de Aran en el Norte de Irlanda.
La lana gruesa, los colores naturales de la lana, el crudo y el beige… combinados con los colores rosados de las flores que nacen entre las grietas de los acantilados, como las mujeres, que esperan ansiosas el regreso los barcos de pesca.
Motivos tradicionales, como las texturas de los cestos, del musgo o las moras, o los trenzados y cables que utilizan los pescadores.
Patrones básicos y confortables, para el día a día del duro invierno.