Porqué se llama Ganchillo o Crochet.
Si buscamos en la Wikipedia, veremos que: “la palabra croché viene del francés antiguo crochet, un diminutivo de croche, que viene a su vez del nórdico antiguo croc, que significa “gancho”. Pero…” El nombre “Crochet” varía según el sitio en el que vivas. Por ejemplo, se conoce como haken en Holanda, haekling en Dinamarca, hekling en Noruega, virkning en Suecia, uncinetto en Italia,” y ganchillo en España. Ver aquí.
Si buscamos en la Real Academia Española… la palabra Croché o Crochet no existe en el diccionario español.
Aviso: La palabra crochet no está en el Diccionario. Ver aquí.
En cambio si ponemos Ganchillo que es como tradicionalmente lo hemos llamado en la Península…
ganchillo 1. m. aguja de gancho. 2. m. Labor o acción de trabajar con aguja de gancho. Ver aquí.
Aunque ahora muchas españolas lo llamamos Crochet, al igual que los Americanos, los Ingleses, los franceses, los belgas y la gente de habla hispana, en España siempre se ha llamado Ganchillo, y no ha sido hasta la llegada de Internet y las redes sociales, que hemos adoptado el termino Crochet.
Los orígenes del Ganchillo según Ruthie Marks.
Nadie está seguro de cuándo y dónde comenzó el ganchillo, y si intentas buscar información por internet… te vuelves loca. 🙁
Se especula que el ganchillo evolucionó a partir de las prácticas tradicionales árabes, sudamericanas o chinas, pero no existen pruebas consistentes.
Siguiendo los datos que nos aporta la Wikipedia, seguiremos los pasos de Ruthie Marks crochetera Californiana desde los 8 años y miembro de CGOA, que en septiembre de 1997 escribió el artículo: History of Crochet. ver artículo.
Ruthie Marks es profesora de Ganchillo y autora de ocho libros de ganchillo, incluidos Ruthie’s Easy Crocheted Scarves, Crochet in Bloom y Ruthie’s Easy Crocheted Afghans, y contribuyó con sus diseños a muchos otros libros. También ha publicado patrones en más de una docena de periódicos y revistas. Las prendas, los complementos de moda y los artículos de decoración del hogar son sus especialidades. Ruthie es miembro de ACC, CGOA, SCD y TNNA.
Nos cuenta que:
“Según la experta estadounidense en ganchillo y viajera mundial Annie Potter, “El arte moderno del verdadero ganchillo tal como lo conocemos hoy en día se desarrolló durante el siglo XVI. Se hizo conocido como ‘encaje de ganchillo’ en Francia y ‘encaje de cadena’ en Inglaterra”.
Y añade que:
…“en 1916 Walter Edmund Roth, visitó a los descendientes de los indios de Guayana y encontró ejemplos de verdadero crochet.”
También nos habla de la escritora e investigadora, Lis Paludan de Dinamarca, que entre otras publicaciones publicó el libro “HAEKING histirie og teknik” en el cual limitó su búsqueda de los orígenes de ganchillo a Europa, y presenta estas tres teorías:

Primera teoría: Crochet se originó en las culturas árabes, se extendió hacia el este hasta el Tíbet, y hacia el oeste hasta España, desde donde siguió las rutas comerciales árabes a otros Países mediterráneos.
Segunda teoría: Vino de América del Sur, donde un Se decía que esta tribu primitiva Guayana, usaba adornos de ganchillo en los ritos de la pubertad.
Tercera teoría: En China, se conocían ejemplos de muñecos tridimensionales trabajados en crochet.

Pero la misma Lis Paludan, llego a la conclusión que:
…”no hay pruebas convincentes de cuál podría ser la antigüedad del arte del ganchillo o de dónde vino. Fue imposible encontrar evidencia de ganchillo en Europa antes de 1800″. Numerosas fuentes afirman que el ganchillo se conoce desde la 1500 en Italia bajo el nombre de ‘trabajo de monja’ o ‘encaje de monja’, donde fue trabajado por monjas para textiles de la iglesia”, pero en su investigación solo encontró ejemplos de la elaboración de encajes y una especie de cinta de encaje, muchos de los cuales se han conservado, pero “todo indica que el ganchillo no se conocía en Italia como tal en el siglo XVI”.
Los orígenes del Encaje, podrían ser también los del Crochet
El origen del encaje se fija a mediados del siglo XVI y se supone que nació en Venecia, Christoph Froschauer en un libro que data de 1536, aseguraba que el encaje era italiano, y que lo habían distribuido a Suiza mercaderes venecianos y flamencos. Algunos historiadores aseguran que ya en España medio siglo antes se ejecutaban las labores de encaje y que la mayoría procedían de los conventos.
Puede que lo que encontró Lis Paludan, fuera el Encaje de Buratto, uno de los más tempranos encajes de malla, que se caracteriza por un fondo de red cuadriculado sobre el que se presentan los dibujos. Pero esta técnica se realizaba con aguja.


Definición del Encaje de Buratto: Del it. buratto. Tejido fino de lana de tacto áspero que también se realizó en seda a semejanza del burato de lana. En Francia, se produce completamente en seda en Lyon y Aviñón; en lana y seda en Alençon, Angers, Amiens y Bazancoure, es un tejido muy popular conocido desde el siglo XVI. En Italia se fabricaba en el siglo XIII en Verona y en España era popular su uso antes de mediados del siglo XVI y se redujo considerablemente en el siglo XVIII, hasta casi desaparecer en los siglos posteriores. El buratto se usaba para hacer ropa, cortinas, velos, banderas… etc.
O posiblemente lo que encontró eran Encajes de Guipur, que son aquellos que presentan diseño de hojitas o barretas tejidas en forma muy compacta. Por ejemplo: Encaje de Cluny (Francés), de Camariñas (Español), de Génova (Italiano).



Aquí os muestro una de las pocas prendas italianas, que he encontrado de este periodo el siglo XVI, donde se aprecia una Puntilla. La podemos ver en: The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, y como podemos observar no es exactamente Ganchillo o Crochet. Es muy parecido al Encaje de Torchon: “Glod lace” (Ingles)

Definición del encaje de Torchón: “El encaje de torchón es uno de los encajes más antiguos que hay. Es común verlo en regiones que se especializan en la elaboración de encaje como Bélgica, Francia, Italia, Sajonia, Suecia y España. Desde el siglo XIX, este encaje ha sido el primero que aprenden a hacer los encajeros debido a su simplicidad.”…” Las clases medias lo usaban para ribetear prendas, como entredós y para decorar ropa interior de algodón y lino. Era ideal para esto debido a que es un encaje muy resistente y económico.” Ver
Otra teoría: el Bordado de Tambor, como precursor al gachillo.
Si bien los orígenes del bordado de tambor no se conocen por completo, se cree que se desarrolló en la India en el siglo XVII, conocido como bordado Aari, y se llevó a Francia y Gran Bretaña durante el siglo XVIII, donde se convirtió en lo que ahora conocemos. como bordado de tambor.

Según Ruthie Marks:
…”La investigación sugiere que el ganchillo probablemente se desarrolló más directamente a partir de la costura china, una forma muy antigua de bordado conocida en Turquía, India, Persia y el norte de África, que llegó a Europa en el siglo XVIII y se la denominó “tambouring”, del francés “tambour”.…
Se cree que a finales del siglo XVIII, evolucionó descartando la tela de fondo y trabajando la puntada por sí sola. El tambor se convirtió en lo que los franceses llamaron “ganchillo al aire” (punto de cadeneta). Pero los ganchos del tambor eran tan finos como agujas de coser, por lo que el trabajo tendría que realizarse con un hilo muy fino, y esto no explicaría las variantes de crochet con lana e hilos más gruesos.
¿Fueron las religiosas y las Aristócratas Francesas y Españolas las que expandieron este conocimiento en los Siglos XVII y XVIII?
La Alta Edad Media fue una época oscura, un periodo de violencia e irracionalidad, con una profunda crisis económica y una decadencia notable de las artes . Pero a partir de los siglos XV y XVI se empezó a gestar lo que en el siglo XIX conoceríamos como el Renacimiento, importantísimo periodo en el campo de las artes, y precisamente Florencia (Italia) fue donde nació este movimiento que después se extendió por toda Europa.
Renacimiento es el nombre dado en el siglo XIX a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento, que se extendió después por toda Europa. Ver
Wikipedia – Renacimiento
Y precisamente, estamos hablando de la época en que el Imperio español empezó a dominar gran parte del Mundo Occidental, después de estar influenciada por la cultura Árabe durante casi toda la Edad Media. Esto refuerza la 1ª teoría de Lis Paludan de Dinamarca
“Este periodo se extendió desde el 12 de octubre de 1492, día del descubrimiento de América, hasta el 13 de julio de 1898, cuando se celebró un acto formal de arriado de la bandera española en San Juan de Puerto Rico, en cumplimiento del Protocolo de Paz de Washington firmado el día anterior con Estados Unidos. Las principales motivaciones de la expansión colonial eran el beneficio a través de la extracción de recursos y la difusión del catolicismo a través de las conversiones de las poblaciones indígenas.” Ver
Wikipedia – Colonización

Durante el siglo XVI, también comenzó la colonización francesa de América y esto también apoya a la 2ª teoria de Lis Paludan.
“el Imperio colonial Francés, en su apogeo (1680), se extendió por más de 10 000 000 km², siendo el segundo imperio más grande del mundo en ese momento solo detrás del Imperio español“…”La población a lo largo de la costa sudamericana en lo que es hoy Guayana Francesa comenzó en 1624 y se fundó una colonia en San Cristóbal en 1625 (la isla tuvo que ser compartida con los ingleses hasta el tratado de Utrecht en 1713, cuando fue cedida por completo).”
Wikipedia – Imperio Colonial Francés
Aunque mediados del siglo XVIII, comenzaron una serie de conflictos coloniales entre Francia y Reino Unido, que finalmente tuvo como resultado la destrucción de la mayor parte del imperio colonial francés en 1870 y la expulsión casi completa de Francia de América… estuvieron el tiempo suficiente para que su cultura y tradiciones quedaran reflejadas en el nuevo mundo.
Los Conventos de Clausura transmitían el conocimiento de la Artesanía textil.
Las monjas eran las encargadas normalmente de elaborar este tipo de labores para realizar los trajes eclesiásticos y de la nobleza para mantener económicamente los Conventos, técnicas que mantenían celosamente en secreto para preservar su fuente de ingresos. De ahí que no se encuentre nada escrito.
Sabemos que los primeros conventos se asentaron por la Península Ibérica, Italia, Francia, Inglaterra Alemania… y Finalmente América con las Colonizaciones. También eran ellas las encargadas de enseñar a las mujeres a coser, bordar y tejer para poder ser autosuficiente en caso de viudedad, orfandad o pobreza extrema. Por lo que podríamos llegar a la conclusión, aunque no afirmar, que la forma de tejer las puntillas fue evolucionando y transmitiéndose de generación en generación durante este periodo por todo el continente Europeo y posteriormente el Americano.

Entre los entre los siglos XVI y XIX, se empezó a colonizar América para encontrar nuevas rutas comerciales con Oriente, y puede que la Monarquía Hispánica o Imperio Español (1492 – 1898) tuviera mucho que ver con esta expansión del Ganchillo, ya que España no se limitó apenas a descubrir, conquistar y colonizar como otras potencias europeas de ingrata memoria para sus colonias, y la gesta tampoco fue exclusivamente masculina.
En 1530, ni siquiera 40 años después del descubrimiento, ya estaban encaminándose hacia tierras americanas vírgenes europeas Monjas de clausura, mayoritariamente de familias aristocráticas, que se encargaban de educar y proteger a las mujeres del nuevo mundo, pudiendo transmitir así ese saber entre las mujeres indígenas.
“Las religiosas llegaron a América en los primeros decenios de la Conquista y se propagaron en seguida por casi todas las regiones que actualmente constituyen Iberoamérica. Durante los siglos XVI y XVII todos los monasterios eran de vida contemplativa,… contribuyeron eficazmente a la protección de esposas y viudas desamparadas, a la recuperación de jóvenes descarriadas y a la educación de la juventud femenina, con su incalculable repercusión en la religiosidad de la familia y en la moralización de la sociedad… Actualmente están atrayendo la atención creciente de los historiadores sus aportaciones a la pastelería, a la confitería, a la floristería y al bordado, así como su influjo en las costumbres e incluso en el mismo comercio, que a menudo necesitaba el dinero fresco de sus dotes.”
Centro Virtual Cervantes.
El crochet irlandés
Otro ejemplo lo encontramos cuando Ruthie Marks nos cuenta cómo el ganchillo irlandés fue un salvavidas para la gente de Irlanda durante los años 1845 hasta 1850.
…”Los trabajadores irlandeses, tanto hombres como mujeres y niños, se organizaron en cooperativas de ganchillo. Se formaron escuelas para enseñar la habilidad y los maestros fueron capacitados y enviados por toda Irlanda, donde los trabajadores pronto crearon nuevos patrones propios.”…
Ahora sabemos que las monjas tuvieron un papel muy importante.

Los patrones eran secretos muy guardados que pasaban de madre a hija. Los detalles se mantuvieron tan secretos que muchos de ellos se perdieron cuando las familias murieron o huyeron de la pobreza por otras tierras. Las escuelas de ganchillo establecidas por las monjas en las décadas de 1850 y 1860 desaparecieron a medida que cambiaban las modas y la demanda disminuyó. La fabricación de encajes de forma más industrial y la producción en masa, contribuyó definitivamente a su desaparición.
“Las familias dependían de sus ganancias del ganchillo, lo que les dio la oportunidad de ahorrar lo suficiente para emigrar y comenzar una nueva vida en el extranjero, llevándose consigo sus habilidades con el ganchillo.”
Unos dos millones de irlandeses emigraron a los Estados unidos entre 1845 y 1859, cuatro millones en 1900. Por esta razón es una técnica muy apreciada y practicada en el nuevo continente.
La Moda era un Privilegio
Es necesario recordar que, los estudios sobre la indumentaria histórica en general quedan limitados a los trajes de las clases privilegiadas cortesanas. El pueblo llano, labradores, obreros y artesanos, de entrada “no tenían derecho a vestir como los miembros de las clases superiores”, ni por supuesto posibilidades.

“representaciones de la vida cotidiana de la gente común y el mundo de los humildes y los pobres.”
Solo se concedía cierta permisividad a los representantes de gremios económicamente más fuertes como el de los mercaderes o el de algunos artesanos y artistas (pintores de corte, actores singulares o muy populares, para quienes la justicia “hacía la vista gorda”)
La indumentaria de la gente humilde, es decir la inmensa mayoría del país, apenas cambió con el paso de los siglos.
El ganchillo se cree que siempre ha sido más una labor que utilizaban las clases más humildes para imitar labores más caras como el Encaje de Bolillos o el Guipur, y por esa razón es fácil que no se encuentren vestigios.
Pero está claro, que su conocimiento se debía gestar en la edad Media junto con otras técnicas tejeriles más refinadas, entre conquistas y reconquistas, y el ir y venir de los habitantes de todo el continente. Por esa razón, cuando salieron las primeras publicaciones, casi todas las mujeres de los 3 Grandes imperios Coloniales: España, Francia e Inglaterra ya sabían tejer crochet.
Ruthie Marks escrivia en su reportaje:
“Avanzando hacia la época victoriana, los patrones de ganchillo estuvieron disponibles para maceteros, cubiertas de jaulas de pájaros, canastas para tarjetas de visita, tapetes y pantallas de lámparas, papeleras, manteles, antimacassars (o “antis”, cubiertas para proteger los respaldos de las sillas del aceite para el cabello usado por los hombres a mediados de 1800), tabaqueras, monederos, gorras y chalecos masculinos, incluso una alfombra con calientapiés para colocar debajo de la mesa de juego para los jugadores de cartas.”
Los primeros escritos sobre el Ganchillo o Crochet
La primera evidencia sustantiva de que los tejidos de ganchillo surgen en Europa durante el siglo XIX la tenemos en los patrones que compraban las clases adineradas para confeccionar su vestimenta.
Inglaterra ha sido el área de enfoque para el nacimiento del Crochet, porque fue no sólo donde se encuentran las primeras referencias escritas sobre el ganchillo – crochet, sino porque se guardan aún un gran número de ellas que han permitido su estudio histórico.
Se pueden encontrar referencias en libros como:
Elizabeth Grand Smith escribió sobre el crochet en sus memorias “Memoirs of a Highland Lady” Escritas entre 1845 y 1854, en ellas rememora una visita que le hizo a uno de sus parientes, un anciano, en un viaje que hizo en 1812 a Escocia:

«… A veces, cuando no estaba bien, vestía una capa a cuadros y una gorra de dormir, roja o blanca, hecha por su laboriosa esposa en un punto que ella llamaba tejido del pastor; se hizo con un pequeño gancho que ella misma se fabricó, a partir del diente de un viejo peine de carey, y solía enrollar su lana tejida en casa tan rápido como podían moverse los dedos, haciendo no solo gorras, sino también calzones y chalecos para ropa de invierno para su viejo esposo, al que ella cuidaba tanto.»
Solían utilizar ganchillos de mangos anchos y planos, a veces hechos a mano con mangos de cuchara, metal plano lo que tenían a mano.

Las memorias originalmente estaban destinadas simplemente a la familia de Elizabeth, pero en 1898 se realizó la primera edición, aunque censurada.
El “Irish Crochet”, una tradición oral y la escrita.
Muchas de las monjas Ursulinas por sus raíces italianas, estaban familiarizadas con el encaje veneciano.
La Orden de Santa Úrsula, fue la primera congregación religiosa femenina enteramente entregada a la educación de las niñas y jóvenes. Las religiosas son conocidas como ursulinas y en algunos períodos históricos como jesuitinas. Ángela de Mérici (italiana nacida en Brescia) fue su fundadora, aunque pertenecía a la Tercera Orden de San Francisco de Asís, sentía una gran devoción por santa Úrsula, y 25 de noviembre de 1535 fundó la Compañía de Santa Úrsula.

Aunque la población irlandesa padeció varias hambrunas en su historia, la sufrida en la primera mitad del siglo XIX fue realmente devastadora. Y las monjas, que se encargaban de la formación femenina, se dieron cuenta de la oportunidad que estas habilidades que ellas tenían, podían ayudar a salvar a la gente de la hambruna y posiblemente comenzaron a enseñar a muchas niñas y mujeres a producir el ganchillo fino que ha llegado a ser conocido como “irish crochet Lace” replicando el bordado de encaje, que era mucho más lento de producir.
En la fotografía, aunque posterior, vemos como ya se usaban pañuelos y chales de Crochet, como en otras sociedades humildes de la época.
Por otra parte, los diseños de ganchillo de Eleonore Riego de la Branchardiere, también ayudaron a las mujeres irlandesas a ganarse la vida en la época de la Gran Hambruna, pero sus publicaciones no iban destinadas a las clases humildes, sus clientas, eran las nuevas clases burguesas, que utilizaron sus libros de costura para realizar las labores que estaban más de moda.
“Publicó su primer libro, Knitting, Crochet and Netting, con solo 18 años, y se convirtió en una prolífica diseñadora y escritora de manuales de artesanía, y en la ganadora de medallas de oro en varias exposiciones prestigiosas por su trabajo. En The Morning Post, 1848, anunció sus libros y que se ofrecían “Instrucciones en cada rama de la costura ornamental” en 33 New Bond Street, Londres. En 1851, el vestido de ganchillo y el berthe (chaleco) de Mlle Riego de Branchardiere ganaron una medalla de oro en la Gran Exposición de Londres.”… ” También se podía comprar por correo como patrón independiente, lo que sugiere la popularidad del trabajo de Eleonore y también su astuta mente empresarial.”
The Knitter – 21 dic. 2018


Denise Tempone, periodista y colaboradora en el Blog de Domestika, nos relata cómo Eléonore, cambió no solo la vida de muchos irlandeses sino que también la visión del Ganchillo – Crochet en el mundo de la moda:
“El primer libro con instrucciones de Eléonore se enfocó en el llamado punto irlandés. La técnica permitía alcanzar resultados muy similares al encaje veneciano pero tejiendo con un solo gancho, lo cual acortaba inmensamente el tiempo de tejido. La tejedora aseguraba que en tan solo 20 horas se podía crear una pieza aún sin tener demasiada experiencia”.
Denise Tempone.
“Hasta la publicación de los libros de Eléonore, el ganchillo se veía más bien como una práctica vulgar que aspiraba a imitar la imagen de lujo de los encajes elaborados por técnicas más caras y antiguas. Se relacionaba también con lo estrictamente funcional y con la pobreza. Esto comenzó a cambiar cuando la reina Victoria de Inglaterra empezó a mostrarse con tejidos de crochet irlandeses.
En ese contexto, la tejedora francesa comenzó a publicar los libros con el objetivo de difundir patrones variados y complejos. Algunos de estos patrones eran de su autoría y otros más bien compilaciones de sus exhaustivas investigaciones”.
Denise Tempone.
Sus raíces Franco-españolas se reflejan en algunas de sus publicaciones: como en “The Andalusian Knitting and Netting Book”



La primera revista con patrones de Crochet
En la década de 1830 hacen su aparición en España las primeras revistas de moda, pero como ya hemos mencionado, en países como Inglaterra y Francia ya existían hacía medio siglo.
El primer patrón de encaje de ganchillo impreso aparece en la revista femenina holandesa Pénelopé, nº3 en 1824. Publicó 3 bolsos tejidos a ganchillo, y se refería a ellos como patrones “en boga”.

El diseño de moda en la década de 1800 no era muy diferente de lo que es hoy. Que un patrón de ganchillo esté de moda suele significar que es una copia de un producto ya hecho con anterioridad. Entonces, mi pregunta es:
- ¿los bolsos de ganchillo estaban disponibles antes de los patrones de 1823?
- ¿Estamos buscando los orígenes del ganchillo en el lugar equivocado?
- ¿Deberíamos mirar la moda para la clase media?
- ¿Deberíamos buscar en la Europa continental y no en Inglaterra?
Para estar de moda, esos los bolsos y presentarlos en una revista de moda femenina, ya tenían que existir durante al menos un par de años, y haber sido tejidos a ganchillo. ¿Penélope habría publicado estos patrones si el ganchillo no fuera popular? En esta ilustración de la revista, los 3 bolsos de arriba estaban tejidos a ganchillo, los 2 de abajo usando otras técnicas.

Eso significaba que tenía que haber mujeres que supieran tejer a ganchillo en 1822, para desear tejer los patrones propuestos por las revistas, y “diseñadores” dispuestos a compartir sus diseños, probablemente estos residían en Francia apoyando a la industria de la moda de París.
La importancia del vestido en la sociedad
En los siglos XVIII y XIX se produce la Revolución industrial, y aparece la llamada Burguesía, industriales y comerciantes adinerados por el éxito de esa Industrialización. Con ello también aparece la necesidad de aparentar pertenecer a esa clase social adinerada, por lo que seguir la Moda, se convierte en un acto social de gran importancia.
Estos “Nuevos Ricos” necesitaban más modelos de ropa para sus paseos, bailes, ópera, cafés… ya que cada uno se destinaba a un uso y eso demostraba su capacidad económica, y aunque los vestidos fueron más baratos, se seguía perpetuando así la diferenciación social y de clase:
“Aún hay otra razón que obliga a seguir la moda, el deber que cada uno tiene de conservar su rango en la sociedad…”
Museo de las Familias, 1844
A principios del siglo, la manera de proveerse de ropa era, en las clases menos favorecida, a través de la costura en el hogar: coser era una habilidad que toda mujer debía dominar desde su más temprana edad.
Y entre las clases más adineradas, esta labor podía ser compartida con las sirvientas, en las casas que podían permitírselo y con las costureras ‘externas’ o pequeñas tiendas en aquellas que podían pagarlo.
El hombre había sido, durante siglos, el ‘protagonista visible’ en los oficios de la costura. Los sastres habían monopolizado los gremios manteniendo la exclusividad en el prestigio y el control de la producción. Pero a partir del siglo XVIII las mujeres van ganado terreno en varias de las actividades relacionadas con la costura.

Con el aumento de la demanda de ropa a la moda por parte de una clase burguesa adinerada que comienza a aflorar en la mayoría de las naciones occidentales, las mujeres costureras ‘free lance’ van asumiendo el papel hasta ese momento prohibido. Algunas lograban abrir establecimientos donde atendían a las damas en tiendas-salones en las que la actividad comercial se realizaba en un ambiente relajado con oferta de refrigerios y golosinas a las clientas.
Todo esto propició aún más la demanda de las publicaciones de patrones y revistas de moda femenina, la burguesía necesitaba se inspiraba con ellas y delegaba a estas modistas la confección todas sus prendas, ya que eran demasiadas para que se hicieran solo en casa. Pensemos que aún en ese periodo todo se cosía completamente a mano. No fue hasta 1846, que Elias Howe lo cambió todo, y se le ocurrió otra manera de hacer ropa, patentó la primera máquina de coser práctica .
Creo personalmente que no encontramos publicaciones anteriores, por la simple razón, que el crochet, como muchas otras técnicas del arte de la costura, se transmitían de generación en generación dentro del entorno del hogar como parte de su formación, o con las monjas en el caso de las niñas y mujeres más pobres.
Además tenemos que entender que las mujeres humildes eran, por ejemplo en España, totalmente analfabetas, su formación era únicamente practica:
El artesanado: en el mundo complejo de las artes y oficios, es difícil trazar la frontera entre alfabetizados y no alfabetizados. El nivel de alfabetización depende a la vez del oficio, de la riqueza y de la cualificación (los maestros están más alfabetizados que los oficiales). Hay oficios en que saber firmar es prácticamente una regla: los plateros, pintores y doradores, vidrieros; hay oficios en que saber firmar es una excepción: curtidor, arriero, panadero, etc.. Pero, en la mayoría de los casos, coexisten firmantes y no firmantes.
Una encuesta llevada a cabo en Guadalajara a mediados del siglo XVIII revela que, en la Real Fábrica de Paños, las tasas de analfabetismo eran las siguientes en los distintos sectores de actividad: desmontadoras (mujeres exclusivamente) 100%, emborradores 64%, estambreros 56%, tundidores 48%, perchadores 45%, tejedores de paños 38%, tejedores de sarguetas 33%.
De nada les servían las publicaciones que hemos conocida hasta ahora, pero… en cambio sabían coser y tejer y bordar, y utilizaban los libros de muestras, que pasaban de generación en generación para poder reproducir nuevamente las labores.
Antes de que se escribieran los patrones, se hacían muestras y se cosían en páginas y se encuadernaban como álbumes de recortes, se cosían en grandes piezas de tela o se guardaban sueltas en una bolsa o caja. En sus viajes, la autora Annie Potter encontró algunos de estos álbumes de recortes, que datan de finales de 1800, que todavía usan las monjas en España.

Los libros y revistas, iban destinadas a la Clase Alta y adinerada que sólo tejían por placer, o los compraban para que sus modistas pudieran realizar los trabajos. Ya he mencionado con anterioridad que las casas de modas eran ambientes muy relajados donde las mujeres compartían un buen rato juntas.
Hasta que no se produjo este cambio en la sociedad, no fue necesario escribir absolutamente nada sobre crochet.
Miss Lambert la autora de «El manual de costura, decorativos y ornamentales» (1846) comentaba en su libro:
“CROCHET – llamado así por el nombre francés del instrumento con el que se trabaja – aunque conocido y practicado desde hace mucho tiempo en Escocia en su forma más simple, bajo el nombre de “tejido de pastor” no atrajo particular atención hasta dentro de los últimos siete años. Desde entonces se ha perfeccionado y ha conseguido ser el preferido de entre las demás artes de tejido conocidas. Es más sencillo que tejer y probablemente la variedad y la complejidad de los puntos tejidos sean imposibles de reproducir con el crochet, el punto es más limitado, pero los diseños son más bellos, se pueden hacer en varios colores y además, son más fáciles de trabajar.“
The sewing, decorative and ornamental manual 1846 Paginas 241 a 336
Los primeros patrones que se lanzaron en aquella época se basaban en el ganchillo de tapiz, aunque no tardaron mucho en aumentarse.
La señorita Lambert comentaba a menudo que el crochet que las holandesas ya dominaban desde hacía veinte años, había conquistado Gran Bretaña y seguía reafirmándose y creciendo a toda velocidad.
Esto nos confirma que ya existía entre las clases más humildes, pero cuando se puso de moda, fue cuando se empezó a hablar del Crochet.
La pobreza agudiza nuestro ingenio para la supervivencia
La evolución de la moda durante el siglo XIX fue tremendamente rica.

Durante el siglo XIX, ninguna mujer de la clase baja podía permitirse comprar encajes para embellecer sus ropajes, eran algo intocable, dirigido sólo a la clase pudiente. Todo era tan caro para la clase obrera que tuvieron que, como siempre, agudizar el ingenio y conseguir lo que necesitaban pero mucho más barato.
El crochet fue en esos momentos lo óptimo para conseguir los deseados encajes, no tan finos o elegantes, pero sí lo suficientemente cucos como para decorar y embellecer un bonito vestido hecho a mano, un ajuar para la novia o la canastilla para el bebé.
Con un ganchillo (que puede construirse con madera bien pulida), algo de lana (aunque sea burda) o de hilo (si se había ahorrado para comprarlo) y sus hábiles manos… ya disponían de los instrumentos necesarios para hacer prácticamente, cualquier tejido, incluidos los preciosos encajes, que aunque tejidos en crochet, eran maravillosos.
La moda como acto de patriotismo en EEUU
En esta centuria, sobre todo en la segunda mitad del siglo, seguir la moda no fue solamente un aspecto más de la coquetería femenina, ni una forma de visibilizar posición y estatus social, ni tan solo un factor de influencia económica en el Estado, también es entendido como un acto de patriotismo.

Ya antes, en 1765, un llamamiento patriótico de las rebeldes colonias inglesas en Norteamérica, instaba a las mujeres de los colonos a hilar sus propias ropas en casa para no tener que importar tejidos de la metrópoli. Este boicot, decían, contribuía a la causa libertaria: “fabriquemos y compremos americano”, se proclamaba en los cenáculos patrióticos. De esta forma, a la simple ama de casa, le fue atribuida la condición de “hija de la libertad”, como a los patriotas masculinos de la organización Sons of Liberty creada para reivindicar y proteger los derechos de los colonos. Pero el llamamiento se dirigía a las mujeres (la leyenda de la confección de la primera bandera de los EE. UU. por Betsy Ross, por ejemplo, se encuadra en esta idea). Ellas eran quienes cosían los vestidos en casa y quienes los lucían en la calle. Coser, hilar, tejer… para el bien de la patria, en una suerte de fórmula con la que trasladar a la mujer desde su reducido rol dentro del hogar, a un espacio público visible donde participar sociopolíticamente.
Posiblemente esto contribuyo, en gran medida, y a diferencia de Europa donde hacerse una misma la ropa era signo de pobreza o de un bajo Status social. a que… en EEUU fuera habitual y muy popular, que las mujeres de las Clases Privilegiadas tejieran y cosieran tanto sus ropas como las de sus familiares. Costumbre que ha perdurado hasta nuestros días, y con un gran mercado para Confeccionar tu propia Ropa DIY.
Sigo investigando…
Después de tanta disertación, seguimos sin saber de dónde viene el Crochet… y aunque sigo rebuscando, seguramente nunca lo sabremos realmente.
Pero con toda esta información lo que si me queda muy claro es que se trata de un ARTE muy antiguo y muy extendido… y que nos tiene a todas cautivadas, y creo… que nos queda Crochet para años…
Espero que con estas cuatro líneas… bien un poquito más, je, je, je… os haya saciado la curiosidad.
Y si has leído hasta aquí… ¡¡¡ te mereces un abrazo muy grande !!!
… y ya sabes, puedes dejarme en comentarios si tienes más información… o simplemente decirme que te ha gustado… yo te leo.
Un beso,
Imma
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Hola Imma. He disfrutado mucho leyendo este artículo. Se nota que has trabajado y te has documentado mucho. Muchas gracias.
Marga
Hola Margarita, me alegra muchísimo que también te guste leer sobe nuestro pasado, a mi me encanta!! y… si, creo que hay que documentarse y contrastar la información, y no creer lo que alguien dice o cuenta. Cuando lo tienes… solo queda compartirlo 😉 Gracias a ti ❤❤
Increible articulo, muy bien documentado. Me ha encantado! Te sigo leyendo 🙂
Muchísimas Gracias Clers!!
Aunque no soy historiadora, me encanta!! e intento ser lo mas profesional posible en mis artículos. Y que alguien reconozca mi esfuerzo, es muy gratificante y me ayuda a seguir investigando y publicando. 🙂 ❤